REPÚBLICA DOMINICANA.- A unos 20 pasos del paritorio del Hospital Regional Docente Doctor Alejandro Cabral, en San Juan de la Maguana —en el oeste de la República Dominicana—, hay una oficina censal donde teóricamente se deben inscribir todos los recién nacidos para adquirir su cédula de identidad.
Es un trámite aparentemente sencillo que no dura más de cinco o diez minutos. Pero el 60% de los bebés abandonan este recinto sin ser registrados. Y una vez que salen por sus puertas, no siempre vuelven a entrar a completar la burocracia.
Uno de cada cinco niños del país caribeño no existe. Su nombre no figura en ningún lado, el servicio de salud no los reconoce —aunque les atiende— y el Estado tampoco los puede reclamar a sus padres si no van a la escuela, porque en ningún lugar están inscritos; el colegio les admite, pero no pueden graduarse porque oficialmente nunca nacieron.
Daniela lo hizo hace 20 años, aunque ningún papel lo recoja. No pudieron inscribirla porque su madre tampoco estaba documentada. Igual que su abuela, de orígenes haitianos.
El director regional del Servicio de Registro Cívico (Sereci), Edgar Gonzales, informó el martes que más de 4.000 personas de Cochabamba fueron inhabilitadas para votar en los comicios subnacionales de marzo próximo.
"Según estimaciones, creo que hay más de 4.000 votantes que estarían inhabilitados en el departamento de Cochabamba", sostuvo.
De acuerdo con Gonzales, la cantidad específica y los nombres y apellidos de las personas inhabilitadas estarán incluidos en una lista que será publicada el 8 de febrero en un periódico local.
Explicó que los ciudadanos incluidos en esa nómina fueron observados por tener doble identidad o compartir el número de cédula con una o más personas.
El Registro Nacional de las Personas (RNP) en San Pedro Sula tiene 65 mil cédulas engavetadas en las oficinas y listas para ser entregadas.
Por ello las autoridades hacen un llamado para que los solicitantes lleguen a reclamarlas.
La institución emite el documento que todo ciudadano tiene derecho a portar con regularidad, pero se hace cada dos meses porque es la oficina de Tegucigalpa la encargada de entregarlas a cada una de las regionales.
El área de entrega y solicitud de cédulas de identidad de la sede central del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) se llenó este domingo, pues la mayoría corre para poder tener su documento de identificación e ir a votar.
De acuerdo con el director del departamento del registro electoral del TSE, Héctor Fernández, las cédulas se están entregando en un tiempo máximo de una hora, mientras se le toman los datos a la persona y se confecciona la tarjeta. La mayoría de los ciudadanos que hacen el trámite perdieron la cédula desde días posteriores, pero aseguran que no habían tenido tiempo para hacer el trámite.
Por ejemplo, Johnny Pablo Burgos, que tenía cerca de 15 minutos esperando, comentó que se le había perdido hace como 15 días en las Fiestas de Palmares, pero como “buen tico”, se esperó hasta el final.
Un infortunado ingenio es el que acompaña a algunos colombianos en la jornada electoral. El fraude electoral adquiere nuevas formas. Pese a que Risaralda no aparece entre los municipios con riesgo electoral anunciados por la MOE, es bien sabido que el departamento no se salva del fraude y sus diferentes modalidades.
Incluso en algunos partidos políticos reconocen que el día de elecciones es cuando más dinero gasta el candidato (obviamente no todos). Sin embargo, ninguno formula denuncias, ni mucho menos entrega pruebas contundentes que sirvan para minimizar este delito.
El ingenio colombiano esta vez no se usa para resaltar un proceso, todo lo contrario, es explotado para un fin bajo: recibir dinero por un voto y hacer ganar a x candidato.