De los hondureños que residen en Estados Unidos, al menos 28 mil podrán votar en las próximas elecciones generales del 24 de noviembre, informó el Tribunal Supremo Electoral (TSE).

De acuerdo a la Ley Electoral y de las Organizaciones Políticas de Honduras, los electores residentes en el exterior podrán votar el mismo día en que se practiquen en Honduras los comicios, en el horario comprendido entre las 7:00 am y 04:00 pm locales de la ciudad donde se efectúen los mismos.

El sufragio en Estados Unidos será habilitado en las ciudades de Miami, Nueva Orleans, Houston, Chicago, Los Ángeles y Nueva York, ya que es donde se encuentra la mayor concentración de comunidad hondureña.

El TSE tomará juramento a las juntas electorales un mes y quince días antes de las elecciones generales. Dichas juntas estarán compuestas por un delegado y un suplente de los ocho partidos políticos que participan en la contienda.

Carlos Romero, director electoral del Tribunal, explicó que se integran las juntas electorales igual que se integran aquí los tribunales electorales, a propuesta de los partidos políticos.

Las juntas serán las encargadas de nombrar a los miembros de las mesas electorales receptoras que se instalan generalmente en escuelas públicas de las seis ciudades antes mencionadas.

En caso de que los partidos no nominen a los miembros de las mesas, será el tribunal el que se encargue de hacerlo entre los miembros de la comunidad hondureña residente en Estados Unidos.

Una vez instaladas las juntas electorales, el máximo ente electoral se encarga de capacitar a los miembros y posteriormente, las delegaciones que acompañan a las maletas electorales, capacitan a los miembros de mesas.

Hasta el momento, el TSE no ha definido el monto que destinará para el voto en el exterior; sin embargo, Romero recordó que en 2009 fueron instaladas 42 mesas electorales con padrón abierto, es decir que los hondureños podrán votar en cualquiera de las seis ciudades donde se coloquen urnas.

Este es el cuarto proceso electoral en el que se habilita la votación de connacionales en Estados Unidos.